me he esforzado tanto en leer de otra manera durante todos mis años de formación que la voz que tenía dentro de la cabeza ha enmudecido y duerme
a veces, si hago silencio, la escucho un poquito
mi voz del habla
susurra bajito unos cuentos
y parece que quiere que oiga
cuando lo pienso
me quema la boca de dentro,
la boca de bilis del cuerpo, y el hueso del estómago
cuando pienso que la oigo y que todavía me habla y la puedo oír
Yo,
Blanca,
a Blanca
siento extraño saberse cerca de siempre y reconocerse el cuerpo
como un guante nuevo sin usar
con sabor a viejo.