domingo, 31 de julio de 2016

Otoño

Hoy no es agosto
y me cruzo tus dedos
veo volver a otoño
que me mira al pasar.

Llueven tristes ojos negros,
besa lejos lengua fría,
hay olor a castañas
en las vías del tren.

Me ato los cordones con doble nudo, se han dormido las palomas que vigilan mi portal.

Camino tranquila
en huecos de trinchera,
supe cierto que la luz brilla
y ahora el suelo es rojo y gris.

Otoño espera a la vuelta de mi casa, y aún no me he quitado el bañador.
Si se da un poco de prisa y me pilla de imprevisto empezamos desde cero y todavía sin duchar.

Yo callo vacíos de arañas sordas,
a veces te lleno de sustos sin ver,
se enfría el frío, calor veraniego,
y aún no para de llover.

Qué lejos me quedan la nieve y las flores, los niños me dicen que agosto es helado.
Recuerdo mis botas en hojas de otoño y grito de euforia cuando te ve pasar.

sábado, 30 de julio de 2016

Régimen impuesto

Hablamos de belleza sin tener ni puta idea, creando complejos a diosas griegas y subidas de autoestima a parásitos inmundos. Creamos estereotipos que destruyen mentes con ganas de más por menos y sin.
¿Estáis orgullosos de formar desastre? Caos con solo justicia poética (y ni siquiera literal).
¿Encontráis algún sentido o complacencia medio coja? Porque habéis conseguido convencerme un poquito.

domingo, 24 de julio de 2016

Mano escritora

Me gusta escribirle magia a gente que hace poesía.
Me gusta llamarle poesía a gente que vive de magia.
-El amor es seudónimo de eso que no sé explicarte porque quiero bautizarme maga en prosa sin saber hablar-.
He encontrado un tiburón en el bordillo del acuario que sonríe cuando salto en bomba a la piscina. 
Quiero engañaros y haceros pensar que pasar a limpio mentiras es saber escribir
y no.
Cuanto menos sentido encuentres en una clave de sol más dentro te habrás perdido en melodía de ascensor.

sábado, 23 de julio de 2016

Contratiempo

El avión se tambalea, y estoy tan segura de que voy a morir que no me importa. Las gentes me gritan y agarran butacas, marean el aire y malgastan razón. Me hielan hambrientos, con muebles de mimbre subo los pies en la mesa del salón.
Cruje. Rompe. Quema. Vacío. Dónde me he metido que suena la hora de dormir -y todavía es de día-.
A veces bajamos y volvemos a subir, las nubes me nieblan el viento del fondo. Se me han dormido. No sé cómo se pestañea. Subimos sin parar y hasta el mar parece vuelo. Dais brazos por dedos y torcéis a la izquierda; zurdos, bastardos, cual mequetrefe patán. 
Sé que en cualquier momento -cualquiera de antes- nos volvemos a caer y vuelo al infinito. Fuera parece mentira y dentro no estoy segura pero lluvias fluorescentes dicen que viven desde ayer aquí. 
Suena y se rompe y baja y se para. Suena y se rompe y se rompe y se cae. Sigo sin miedo, ni un poquito de nada; me han cortado las piernas porque ahora son de hielo y no hay espacio donde caminar. El cielo respira y me mira la cara pasar, le guiño los dientes. No escucho y me peino los pelos con trenzas porque quiero estar guapa en mi funeral.
Bailamos un vals de última hora mientras dejo olvidar lo que me pierdo en tierra. He llegado tan lejos y a tan pronta tardanza que han agotado entradas de escenario fatal.

jueves, 14 de julio de 2016

Orfeo el felino

La curiosidad mató al gato, y pobre gato aquel
que prefirió saber y morir antes 
que convertirse en laurel. 

Dafne bailaba en la tierra, Apolo lloraba perdón
y quién fuera otra vez tal gato
que salta por el balcón. 

Lee mitología porque piensa descubrir que,
después de la página 115 todo vuelve a ir bien;
tras la muerte prematura
la vida te vuelve a colocar en el bordillo
y la línea de salida parece a color.

Zeus le grita que se guarde de la tormenta,
Hera que no confíe, Hermes que sea ágil,
pero y cómo tengo yo que fingir y hablar
para que nos entendamos en un mismo idioma;
el gato se ha caído por la ventana
porque Orfeo le llamaron
y Orfeo se creyó. 

Nunca mires para atrás si no has perdido nada, 
y si has perdido algo,nunca mires para atrás.

Qué curiosas las mentiras bien pintadas y lo cierto,
las verdades no se escriben con bolígrafo y papel.

miércoles, 13 de julio de 2016

Boquita pequeña

Un día todo se apaga y la oscuridad parece llena de cosas.Un día todo se apaga y te chocas con vacío. Camino yo sola y la gente me mira. Hay sol en el cielo y se me hielan los pies. Un desconocido me susurra en la nuca su literatura favorita. Tiene tres. Yo prefiero a Neruda, pero él dice que sabe tocar. Y toca. Y me sonríe al hacerlo, pero a mí no me gusta sonreír. No le miento, las palabras me gritan más que las persona. Busco música en mejillas y tristeza en zapatillas nuevas. Busco aire en uñas mal pintadas y aliento en pulmones enfermos. Hay humo en la calle. Hay viento en la calle. Hay conocidos que no se recuerdan. Y qué. Me hablan y yo escribo. Me miran y dibujo. Me escuchan y yo busco el cielo. Ya no hay fuegos artificiales y las estrellas se apagan. Pienso por qué y no entiendo mi nombre. Se escucha silencio y me ahogo para romperlo. Me duelen los dedos de tanto bailar. Ya no sé qué digo, me pican los labios, sus manos son grandes y mi boca no.Han conseguido callarme y aún no había chillado, ¿donde están tus brazos en esta habitación? 

martes, 5 de julio de 2016

domingo, 3 de julio de 2016

Maldicha

Te odio,
te odio,
te odio
tantísimo
que casi me atrevo a jurarte de infiernos.
Sueño con que Zeus, o Dios, o Buda
me escuchen y en un arrebato me brinden razón.
Que te caiga un rayo
y te parta en seis,
y un tranvía te atropelle
de faros grises y luna azul
y cuando intentes regresar
y te arrastres por los suelos lloriqueando como un cocodrilo
te pillen mil semáforos en rojo
y te falte tiempo de esperar.
Te odio todo lo que se aleje esto de poesía
pues escribir en renglones
no
es
escribir.
Y cuando quieras darte cuenta
de mis miradas asesinas
y cuando pienses que tu torpeza
es culpable, no mi vudú
estarás preparado como yo lo he estado
para querer desearte
con garras de acero y sonrisas de adiós
que Cupido -y solamente este-
se fije en ti.