domingo, 14 de enero de 2018

El control del raudal

Tengo un caudal en la cabeza
de agua de riachuelo que sumerge en cascada
que brota de la cervical hacia mis esquinas
y del desgaste me come el cráneo.

Tengo un enorme río en la cabeza
que me susurra por debajo de los tímpanos
torna en remolino, succiona hacia dentro
y ahora debo volver a escribir.

(siempre ha estado ahí y siempre me ha arrastrado
pero ahora que sé algo de hidrología
puedo amarrarme al suelo con mi ancla
y escoger cuando quiero que me lleve la corriente)

Tengo una plétora en la cabeza
que me chiva a borbotones el guión de mi conciencia
y mi voz, que se dobla en seis y cinco,
me escucha
pero la lengua es mía y yo articulo.

Soy mujer libre y despierta y he elegido no escribir
CONTROL
pero a veces se me escapan las palabras que me pienso
y las voces en silencio
que con la misma pregunta
en distintos escenarios
no me habéis dejado dormir
todavía 

¿Por qué ya no escribes? Vuelve
Porque estoy sana


domingo, 7 de enero de 2018

atentado a mi yo

Me he leído entera
y vengo a confesar
que cada verso que ha salido de mis yemas es dolor que me he sacado
y dolor que te doy a comer
al leerme
y que me he visto llorar
recordando
por incierto
sentimientos que ya no he de tener
y que me encuentro
no pensando tan frío ni tan hondo
injusticia literal

Esta es la condena que cumplo al no hacer arder en llamas pasado
mucho juego con cerillas
y poca pólvora y confusión.

Atentado a mí misma:
quiero ser el ruido tras la explosión.

viernes, 5 de enero de 2018

Calíope en jersey

[me hablaron tanto y tan tendido 
que me hicieron olvidarme de todas mis palabras] 

Para definir la poesía
solamente basándome en la imitación
mimetízame las yemas en mis dedos de alambre
y de un paso al frente 
métete en mí

Siento la sombra que se ata a mis tobillos resbalarse por la alcantarilla
y ardiendo como un sauce
despliego las costillas
y me fundo en un suspiro
que me vuela al ritmo del chocolate espeso:
quiero transmitirte dentro a través de renglones
como si todos pudieran ver el color que se me sale del aliento cuando te abrazo
eso es poesía
y me la quito y la desdoblo cuando quiero
como un jersey
para cuando yo quiera.

Mimetízame la sangre
cuela tus plantillas
de goma en mis guantes
déjame escucharte sobre tus labios y sobre los míos
en equilibrio
y sosteniéndote en los hombros las tormentas de tus iris
bailando sobre mi reflejo
de nitrógeno líquido
y frío de vaho
que ni se siente ni se asienta

si tuviera que definirte mímesis serías viento que no escuece ni acaricia
si poesía es imitarte
solamente lo puedo hacer con una palabra
vacío

Y si este poema tuviera un color sería el tuyo.