Mira que me hincho y me hincho a leer para encontrarte alguna excusa, me han enseñado siempre que si nado en palabras ahogarme en ti no será tan fácil.
En cambio si pienso en todas las razones por las que te quise y ahora no puedo
me quedo sin aire
y me hundo hasta el fondo.
Qué bonito sería todo esto si por lo menos rimara en inglés.
Para encontrar motivos para escribirte
solo me ha hecho falta acordarme de que sé hacerlo
no preciso de excusa
pues si quiero te pienso
y con cualquier palabra
aquel que me lea
podrá ver cómo me miras
y cómo apartamos la vista después,
al mismo tiempo.
No he querido remover mucho desde que se rompió la cuchara
en todas las veces que sé que he podido
y no he hecho porque no he querido
y no he querido porque podía hacer
y eso no me va.
Pero hoy casi casi no es diciembre
y me vibran los oídos
y me silban las neuronas
y me acuerdo de ti
ahora
y de lo bonita que me ponía al pensarte
y de los sueños que creí y creé yo sola
y firmamos
y la primavera que me enredaba en las sábanas cuando dormíamos juntos
y los besos de buenas noches y los besos de buenos días
y los adiós hasta dentro de un rato ojalá
y los no es justo
y los no entiendo porqué
y los no seas boba que no pasa nada
y los te quiero
y los me duele los dientes de tanto morder
y que así sea.
No he querido decírtelo antes porque con eso del riesgo público sumo puntos y resto vidas.
Además como soy yo la escritora hago mutis y aquí no ha pasado nada.
Aleluya.
El fin de año es para echar de menos y me aprovecho para escribirme
que encuentro todavía mariposas vivas
que más que cosquillas
quieren matarme y salir.
Con amor y de mi parte.