martes, 31 de mayo de 2016

Qué

Y si estuviera en nuestra mano cambiarlo todo
pero no quisiéramos
por ese miedo a los cambios

domingo, 29 de mayo de 2016

Cae el telón

La vida es traición y la tragedia es vida. He vuelto al primer acto de mi pensamiento: desengaño irremediable, dolor como escenografía, mentiras increíbles escritas en aire y poesía pesimista como drama principal.
Me encuentro otra vez con la sombra que me persigue desde que entendí el concepto de pensamiento personal. La sesión solo existe como puro síntoma de locura y me veo obligada a convertir aplausos en pura función. Digo ficción.
Solamente hasta que caiga el telón.

jueves, 19 de mayo de 2016

No estoy triste

Te quiero aunque no me escuches, y por eso lo hago. Los te quiero me escuecen hasta al escribir, pero me gusta. Es como eso de quitarse la costra. Nunca me he quitado una, pero en cambio vuelvo a declararme ahora. A estas alturas. ¿No equivale esto a meter el dedazo en la herida por lo menos hasta el codo? No significa lo mismo, pero me mola como metáfora. Eres un codo en una costra, o algo así. Escuece menos que las mentiras, sin duda.
Te quiero aunque no me leas, ni te acuerdes de que existo. Dolerías menos si supiera que sabes de mí, ¿pero qué gracia tendría esto? Ninguna, supongo, exactamente como al principio. Ni puta gracia, pero por algún motivo digo. Por algún motivo me oyes porque todavía me dueles de más.
Te quiero; me estoy recuperando aunque ya no preguntes qué tal. Has dejado más huella que pisada, y más infección que cura. Vas a existir siempre porque te has cruzado, y tu sombra oscurece más que el semáforo rojo que te gritaba no. Estás en botellines vacíos, en noches de estrellas y en rimas de rap. Estás en miradas de ojos que dicen que me quieren, pero que miran ciegos como miro yo desde ti. No hay sentido ya. No le encuentro coherencia a nada. Todo estaba en orden y viniste a tocar los cojones. No te echo la culpa. No es culpa tuya, no. No me estoy recuperando, te he mentido. No me gusta decir que te quiero, te he mentido. Llevo estancada tres años y no sé cómo salir. Ni siquiera es culpa tuya, tú solamente me soltaste. Yo me balanceaba por el borde todo el tiempo. 
Te quiero, y por eso no puedo negarte que eres aún todavía razón en vida para no morir. Dueles demasiado para ser homicidio y eres demasiado poco para perder en premeditaicones. Morir es olvidar, y olvidar matarte. Ahora la herida del codo en la costra suena poquito comparada con el vértigo que me da solo pensar en qué voy a hacer cuando tenga que fingir que soy mayor y he crecido. No sabré donde te has metido, no tendré tiempo de pensarlo. No me estará permitido vivir detrás, y no tendré oportunidad de no pensar en consecuencias. Ya no estoy triste y me da la sensación de que nunca lo he estado. Ya no hay recuperaciones ni opinión. Me has dado tanto miedo que ya no sé que es eso, me has matado tanto que ya no sé qué soy. Has forzado tanto perdiéndote en incógnitas que ahora soy como un vacío enorme de manos frías y ojeras de despertar. Ya no estoy triste porque ahora lo soy. Ya no me recupero porque tendría que estar enferma. Ya no digo te quiero porque no significan nada, y ni siquiera sé qué tengo que sentir cuando lo digo.
Pero te quiero, y esa es razón suficiente para no entender por qué. 

domingo, 15 de mayo de 2016

Ratas de escalera

Qué curiosa toda confianza,
cual Judas experto en relaciones y amor,
a medio metro has estado de caerte
por el precipicio que yo te pinté.
Cierto
Casi me parece mentira
todas las mañanas que he perdido
mirando, escuchándote y teniendo
que fingir que nos llevamos bien.
Justo
Ya no pienso ni lo que te escribo,
ya no encuentro razón a la guerra,
ridículo achacar a tu presencia
todas las mentiras que te solté...
Por inercia
No le veo el sentido a ser buena,
no tengo motivos para no esconder puñal.
Hijos de puta como ratas en escaleras...
y me vienes tú con discursos de moral.
Real.

viernes, 13 de mayo de 2016

Baladas al margen

Me rompí, me rompí en mil trozos estando ya rota.
Me rompí en tantos trozos que pasé a ser polvo, pisadas y aire;
pasé a ser suspiros y recuerdos indiferentes;
pasé a ser dolor, historia y ficción.

Cuándo me fue escrita esta meta,
cuando anunciaron por megáfono de tortura
que nacería para doler y que me duela,
para sufrir,
agobiar,
hacer daño,
y desaparecer;
cuando el envenenado se convirtió en veneno;
cuándo tenerme cerca era crisis y peligro;
cuándo ser persona y aprender fue pecado
y cuándo vivir,
siendo e intentando,
resultó ser un error en todas sus variantes;
cuándo decidisteis, monstruos malditos, que convertirme en vosotros solamente serviría doliendo
como podéis doler
no olvidasteis que,
siendo yo,
no podía permitirse no contagiar
enfermedad letal
de desengaño
y así no permitisteis
tampoco
que doliera ni un cuarto
de lo que me dolería yo a mí misma solamente al respirar.

Apartadme,
metedme en cuarentena,
enterradme bajo tierra y no recéis por mí jamás,
olvidad intentos que en vano surgieron,
fantasmas de amor y rechazo al arrepentimiento,
continuad baladas
escritas a lápiz al margen
hablando de todo lo que mi tristeza
(hija vuestra)
se encargó de hacerme
y todas las pesadillas que tuve que sufrir, morir
y nacer,
y quedarse en el globo de mis ojos,
en la sombra de mis pupilas,
y en el borde de mis pestañas,
convirtiendo esta mirada grande y marrón
en un agujero negro
que ya no ve,
no entiende,
no siente,
no vive
y solamente llora por la pérdida,
perdida y perdida,
regalando espectros
que cicatrizan en sangre y quemadura
y desaparecen
dejando un recuerdo amargo
de melodía sin compás
y borrad.

sábado, 7 de mayo de 2016

Mensaje directo

Hoy pienso que lo nuestro fue un instante. Un intento. Un tiro a canasta y falta en primera base. Para ti he sido un reto de putísima madre: conseguirme, conquistarme, hacerme besar tus pies. Diría que te has lucido, has conseguido tu objetivo, te has hecho un triunfador y has abandonado ahora que puedes. Hay que tener cabeza; saber cuándo dejar de apostar, una vez superado el obstáculo te ves capaz de fijar la atención en cualquier otro. 
El objetivo de ahora es irse de rositas, caminar sin dejar huellas y a poder ser por encima del mar.
Repites mil veces frases de manual, gestos de película y sonrisas publicitarias. Hoy aún me consuelo, ha podido ser peor; no acostumbras a cerrar paréntesis, ni una sola i con punto. Sin haber superado del todo y cansado de probar... pierdes. Pasas. Olvidas y adiós. Ha podido ser peor, me repito. El pasado ya no existe porque apuestas de seguro, y si no se da circunstancia se borra libreta y se estrena bolígrafo. Qué fácil marcharte sin firmar obras, como artista anónimo temedor de fama. Como quien se enfurruña porque un personaje de novela no prosigue la trama como hubiera de gustarle a él, y cierra el libro, sin marcar ninguna página, para empezar otro que olvide y perdone conciencia que no se esfuerza en pensar.
¡Pero, ¿cómo?! No te diste cuenta de que yo no soy un libro y no me puedo cerrar. Estoy marcada en todas las páginas con la inicial de tu nombre y el rastro de tus huellas. Me firmas.
Yo no soy un personaje y no puedes escribir metáfora de pasar página si, siquiera, te has molestado en comprender el título, o leer la sinopsis, u ojear notas a pie. Sabías dónde te metías y no quisiste acabar de leer. Las personas como tú merecen solamente ediciones cutres, malas traducciones, páginas arrancadas, final decepcionante y sin publicación.
Yo estaré en la estantería, vistiendo mejor portada, para ese que sí quiera acabar tu trabajo.
Desgraciado y miserable. Pues amor... pudiste serlo todo. Pudiste.

jueves, 5 de mayo de 2016

Misa

Dejad de creer al Mr.Wonderful de mierda y empezad a pensar en que si fuera tan sencillo, TODO EL MUNDO PODRÍA.

domingo, 1 de mayo de 2016

Triple I

Recuerdo el día que anunciaron en el periódico que se había descubierto un nuevo planeta. Fue grandioso, excitante, espectacular. Leí y releí la noticia montones de veces, y el nombre de dicho astro bailoteó por mis neuronas hasta caer rendido y sin fuerzas. Un nuevo concepto existía en el cielo y nacía por primera vez a ojos de la humanidad. Se hizo la noche y brillaron las estrellas, pero ya no eran las mismas porque se sabía de una más.

[Algo así me pasa cada vez que me cruzo contigo y recuerdo que es imposible pensar en conocerte un poquito, no teniendo ni de seguro que en el Sistema Solar Plutón pueda considerarse satélite, meteorito, luna o planeta.] 

Es un concepto extraño y siempre lo he dicho así. No entendemos de distancias y la sola idea de infinito es inexistente para una mente de nuestra capacidad. Los números y la lógica han sido inventados por personas, para personas, entre personas y gracias a la existencia propia. Necesitamos poner nombre y entender lo incomprensible, pero el cielo no entiende de comprensión. Dioses como asteroides, medidas como nada, percepción imposible y desconocimiento. Pensamiento antropológico y conceptos anónimos brillan por su ausencia justo al fondo del agujero más negro de la galaxia. 

[Pues cada día que me acuesto habiéndome cruzado contigo otra vez te conozco más y te entiendo mucho menos. Podrás bautizarte como Dios romano o planeta lejano a cinco mil galaxias, pues me temo, por experiencia propia, que no podré asegurarme nunca de que existes y estás ahí.] 

El cielo es fascinante; tiene luces y vacíos. Hay días que desconfío y me pierdo contando hipótesis de; hay otros que consigo buscarle el sentido. Y me dijo Nietzsche, a mí, que no lo tiene si hay que buscarlo. Es filósofo y está loco, cada mañana más. Pobre hombre incomprensible de pensamiento irracional, que no entiende de divinidades ni nada más lejos de su nariz.
No forma parte de nosotros tratar de comprender, solo mirar, asignar respuestas y perderse lejos sin significado. La lógica no existe fuera de terreno terrestre; la filosofía no existe fuera de nuestras cabezas.

[Es como lo nuestro, Triple I nos llamo yo; incomprensible, infinito, irreal. Y más términos. Si me molestara en bautizarte como bautizo al aire no cabrías en vida, ni en ningún folio de papel. Caótico. Indeciso. Denigrante. Indispuesto. Frustrante. Desconocido. Lejano. Clamor. Puedo apodarte como Helios, y convertirte en centro indiscutible; puedo devolver derechos a los griegos y expulsarte de mi vida como Hades mortal. Adoptarte olvido. Desdén. Incertidumbre. Paréntesis. Hastío. Amenaza. Miedo. Dolor.]